Los oídos requieren de muy poca limpieza. La limpieza profunda con el uso agresivo de hisopos y la introducción de instrumentos es innecesario, más bien puede producir infecciones secundarias o heridas en el canal auditivo o el tímpano.
Si practica deportes como el buceo, nado frecuente, artes marciales o uso de armas de fuego, debe usar tapones del oído.
Si tiene tendencia a infecciones del oído, debe pedir a su médico otorrinolaringólogo que le prescriba gotas para después del baño.
La exposición prolongada o repetida a ruidos intensos puede causar pérdida auditiva o agravar alguna deficiencia ya existente. Mantenga el volumen de los auriculares o parlantes dentro del rango normal. Cuando acuda a un concierto de música, a una discoteca o sitio de baile, use protectores auditivos que disminuyan el nivel sonoro y manténgase alejado de los parlantes.
Si trabaja con maquinaria ruidosa, use protectores acústicos.
Las primeras manifestaciones de afección al oído se presentan con zumbidos y disminución auditiva. Estas molestias desaparecen si se suspende la exposición al ruido.
Ciertas enfermedades así como el uso de algunos medicamentos ototóxicos pueden afectar su audición. Entre las enfermedades más comunes están el colesterol y triglicéridos elevados, así como la diabetes mellitus.
El cuidado de las condiciones indicadas ayudará a proteger y preservar su audición.